1.- Evangelización en el Camino de Santiago (la peregrinación) y
2.- Ecumenismo (unidad y comunión de nuestras relaciones personales y comunión entre las distintas confesiones cristianas)
Incluso sabiendo que estamos iniciando ya ha habido una respuesta positiva: se acercan a nuestra Comunidad personas de otras confesiones que quieren buscar a Dios en común.
El interés por el Camino y la acogida cristiana en Hungría nos ha impulsado a cuidar un trabajo conjunto de acercamiento, tanto a los peregrinos húngaros como a las rutas de peregrinación y crear la sintonía entre las personas interesadas en crear lazos de comunión con nosotras con posibles proyectos comunes para el futuro.
¿Qué ha supuesto para nuestra Comunidad este viaje?
Estrechar la fraternidad universal que nace por la condición de ser peregrinos en busca de Aquel que es nuestro origen y nuestra meta y promover actividades conjuntas.
A´Z, fueron las siglas de este I Encuentro en Hungría, que respondían, en húngaro, a Acogida Agustiniana en el Camino.
(En la imagen superior la Hna Erika conoció nuestra Comunidad en la acogida cristiana que realizamos en el albergue de Carrión de los Condes en el Camino de a Santiago)
El tema del fin de semana fue “Un solo corazón y una sola alma hacia Dios”.
Los pocos días que Compartimos veinticinco personas que participamos en ello los distribuimos entre oración, meditación sobre la Palabra de Dios y sobre la antropología y teología de la peregrinación, convivencia fraterna, peregrinación y puestas en común de las diversas experiencias de peregrinación existentes en Hungría.
Tras el Encuentro se tuvo clara conciencia de la necesidad de un proyecto común a largo plazo, de que algo nuevo había surgido entre los presentes y debía ser custodiado y discernido. Estamos ahora elaborando un pequeño proyecto de trabajo que la comunidad pueda acometer con las personas interesadas en este país.
Eucaristía
Esta iniciativa abre un modo nuevo de trabajar nuestra Comunidad por la fe en Europa; también un modo nuevo de acercamiento a la realidad europea ofreciendo aquello que nosotras poseemos como Don de Dios; al final es tan fuerte y vasto lo recibido que nos confirma en esta mutua donación que deseamos ir sembrando con nuestras actividades e <<itinerancias>>